11/09/2020

Vanos Vinos, Falsos Inquilinos

 No creo en Dios ni en el destino,

no creo en el credo ni en el verbo,
ni en vanos vinos, ni falsos inquilinos,
ni siquiera en mí mismo
a causa de mi hastío.

Así que iros todos al precipicio,
excepto aquellos que me quieran,
que alguna vez me hayan querido,
que yo me quedo aquí aislado en un pino,
y con falsos amigos y cretinos.